Miedo a estar bien?
El ser humano y su debilidad como tal...
En el mundo terrenal en el que vivimos, muchos nos desenvolvemos con la torpeza del Perezoso o el Avestruz, un tanto lentos e incluso inmóviles ante ciertas circunstancias de nuestra vida, o tal vez miramos hacia otro lado pensando que así de esta manera el problema no existe y por tanto podamos evitarlo... Es como el juego que hacemos a nuestros hijos o sobrinos tapándonos la cara para escondernos y decirle "no te veooo... donde se ha escondido el bebé??"
Muchos de nosotros, durante la infancia, hemos tenido una serie de percepciones y vivencias que tal vez no fueron las idóneas, tal vez no fueron gratas, e incluso las vivimos desde la desesperación y victimismo del que no puede escapar de la ignorancia abusiva de los adultos que incluso sin darse cuenta, hacen mella en nuestra alma y por ende en el forjado de nuestro valor y percepción de lo prohibido o maldito.
Estas personas crecen con el reflejo del miedo en sus miradas, con el alma dolorida por el cansancio y la falta de sueño, con la necesidad de ser felices aun no sabiendo cual será el modo de hacerlo... La debilidad presentada en muchas ocasiones se transforma en esos jóvenes abocados a la mala vida, a un trato vejado, o a los brazos de la amarga violencia de la que todos sabemos algo. Por el contrario está el otro lado... aquellos que sabiendo el amargo recorrido sufrido, tratan de no repetir patrones y se esfuerzan en sumo por agradar al otro, al que le da cariño, al primero que le tiende una mano, pero caen en la ignorancia de no tener instrucciones de uso ya que nadie les mostró ese lado, y tuvieron que buscar en lo más profundo de su alma y en películas de antaño para reconstruir un registro nunca prometido ni dado. A algunos los hizo débiles, dando palos de ciego por aparentar ser algo mientras el miedo paralizaba sus músculos oxidados y a otros los forjaba con rabia en esos impulsos un tanto locos...
La sensación de que nada o poco tiene sentido, la falta de aceptación de lo ocurrido aunque se diga que lo tienen superado, y la acumulación de infelicidad aportada al no saber cómo hacerlo todo, nos lleva a estar literalmente mal, con la sonrisa borrada de nuestra cara, con el pensamiento de que el mundo y todos están en mi contra e incluso la creencia cierta de sentirse atacado... creyendo que todos caminan sus vidas y "yo" estoy aquí sentado en mi amargura y atado...
Pues bien es cierto que puede darse al caso de sentirse víctima y quedarse uno sentado esperando a que alguien pague por nuestra liberación y con un chasquido de dedos borre todo ese cubo de mierda en el que estamos sentados. Otra forma de subir de ese fango sería el asumir que esa opción de vida ya no tiene más cabida en nuestras vidas y ponerse a trabajar para salir del atolladero.
Trabajar no es ir a hacer 4 u 8 horas a un puesto de trabajo donde un jefe me manda y yo obedezco..., trabajar es no quedarse sentado esperando ese "milagro" que cerrando los ojos durante 5 minutos, al abrirlos ya estemos sanados... Trabajar trata de que todo lo que hemos aprendido mal hemos de cambiarlo, hemos de modificarlo, asumirlo, entenderlo, perdonarnos por haber caído en esas trampas del destino y perdonar a aquellos que lo hayan patrocinado de una u otra forma, aprender a limpiar el camino recorrido para que el venidero sea fructífero, estable y sano... aprender a respetarnos primero y a valorarnos como seres humanos y tras ese atracón de buena autoestima, poder diseñar nuestro futuro...
Empleando tiempo y dedicación a nosotros mismos, aceptando con nosotros lo que nos hace sentir bien y eliminando de nuestras vidas aquellos comportamientos, pensamientos e incluso personas que ya no nos aportan crecimiento y no nos valoraron por ello.
Esto no va a ser rápido, y tampoco fácil, e incluso en algún modo doloso, pero quien dijo que sacar la basura fuese un grato trabajo...???
Lo que si que os digo es que hacerlo, tiene un resultado mágico!
Feliz día de trabajo y crecimiento personal.
Juanjo Pérez.
info@centrodubhe.com
www.centrodubhe.com
En el mundo terrenal en el que vivimos, muchos nos desenvolvemos con la torpeza del Perezoso o el Avestruz, un tanto lentos e incluso inmóviles ante ciertas circunstancias de nuestra vida, o tal vez miramos hacia otro lado pensando que así de esta manera el problema no existe y por tanto podamos evitarlo... Es como el juego que hacemos a nuestros hijos o sobrinos tapándonos la cara para escondernos y decirle "no te veooo... donde se ha escondido el bebé??"
Muchos de nosotros, durante la infancia, hemos tenido una serie de percepciones y vivencias que tal vez no fueron las idóneas, tal vez no fueron gratas, e incluso las vivimos desde la desesperación y victimismo del que no puede escapar de la ignorancia abusiva de los adultos que incluso sin darse cuenta, hacen mella en nuestra alma y por ende en el forjado de nuestro valor y percepción de lo prohibido o maldito.
Estas personas crecen con el reflejo del miedo en sus miradas, con el alma dolorida por el cansancio y la falta de sueño, con la necesidad de ser felices aun no sabiendo cual será el modo de hacerlo... La debilidad presentada en muchas ocasiones se transforma en esos jóvenes abocados a la mala vida, a un trato vejado, o a los brazos de la amarga violencia de la que todos sabemos algo. Por el contrario está el otro lado... aquellos que sabiendo el amargo recorrido sufrido, tratan de no repetir patrones y se esfuerzan en sumo por agradar al otro, al que le da cariño, al primero que le tiende una mano, pero caen en la ignorancia de no tener instrucciones de uso ya que nadie les mostró ese lado, y tuvieron que buscar en lo más profundo de su alma y en películas de antaño para reconstruir un registro nunca prometido ni dado. A algunos los hizo débiles, dando palos de ciego por aparentar ser algo mientras el miedo paralizaba sus músculos oxidados y a otros los forjaba con rabia en esos impulsos un tanto locos...
La sensación de que nada o poco tiene sentido, la falta de aceptación de lo ocurrido aunque se diga que lo tienen superado, y la acumulación de infelicidad aportada al no saber cómo hacerlo todo, nos lleva a estar literalmente mal, con la sonrisa borrada de nuestra cara, con el pensamiento de que el mundo y todos están en mi contra e incluso la creencia cierta de sentirse atacado... creyendo que todos caminan sus vidas y "yo" estoy aquí sentado en mi amargura y atado...
Trabajar no es ir a hacer 4 u 8 horas a un puesto de trabajo donde un jefe me manda y yo obedezco..., trabajar es no quedarse sentado esperando ese "milagro" que cerrando los ojos durante 5 minutos, al abrirlos ya estemos sanados... Trabajar trata de que todo lo que hemos aprendido mal hemos de cambiarlo, hemos de modificarlo, asumirlo, entenderlo, perdonarnos por haber caído en esas trampas del destino y perdonar a aquellos que lo hayan patrocinado de una u otra forma, aprender a limpiar el camino recorrido para que el venidero sea fructífero, estable y sano... aprender a respetarnos primero y a valorarnos como seres humanos y tras ese atracón de buena autoestima, poder diseñar nuestro futuro...
Empleando tiempo y dedicación a nosotros mismos, aceptando con nosotros lo que nos hace sentir bien y eliminando de nuestras vidas aquellos comportamientos, pensamientos e incluso personas que ya no nos aportan crecimiento y no nos valoraron por ello.
Esto no va a ser rápido, y tampoco fácil, e incluso en algún modo doloso, pero quien dijo que sacar la basura fuese un grato trabajo...???
Lo que si que os digo es que hacerlo, tiene un resultado mágico!
Feliz día de trabajo y crecimiento personal.
Juanjo Pérez.
info@centrodubhe.com
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