Desaparezco o me acepto...

Mi nombre es Marta, Eloisa, Gimena, Alba, Gloria, Susana, o quizás Laura, eso ahora no importa, somos muchas a las que nos ocurre lo mismo... somos todas las que inundamos nuestra vida de recuerdos mal curados rodeados de anhelos, faltas incomprendidas y luchas heredadas con la fortuna de considerarlas propias del destino...

Mi nombre es Desespero, Traición, Rabia, Olvido, Abandono, Ignorancia, Tristeza, Vacío, ...esto sí que ahora importa desde la forma en que lo hago mío, y en acuerdo a esto, me paseo por los rincones solitarios llenos de gente embrutecida por lo mismo que ahora me ahoga, comportándonos como si no pasase nada, arropándonos en los brazos del primer desconocido que me mira desde lo alto de su caparazón sombrío, logrando enturbiar mi mirada distorsionada y creyendo que encontré lo que me faltaba...  - Ahora sí siento esa paz falsa recorriendo mi ombligo...

Y de repente la vida te para cuando no escuchas bien a tu cuerpo, sabiendo siempre cierto, que ese mismo cuerpo se revela cuando no has escuchado en tiempo a tu Alma, sustituyendo tus oraciones de calma, por simples cubatas de un Príncipe tuerto, o simplemente en el devaneo de tu cruzada, alcanzas a sigilar sin apenas éxito los remolinos de tu cabeza arremetiendo con todo aquello que creías cierto y que de alguna forma fuiste repitiéndote desde el silencio del sueño eterno, que todo está bien, como si esa expresión significara algo de peso...

Hoy vengo de allá atrás, de donde venimos las que no sabemos más que caminar de espaldas al tiempo, de esa parte de nuestra historia que acontece mucho más allá de lo expresado, ese mundo en el que no cabe más que lo sentido, aunque ese sentido sólo sea desde el silencio de los pasos del que corre hacia lo desconocido...

De donde yo vengo, siempre hay algo oculto tirando del dolor de los que callan, intentando mostrar su cara más dulce y disimulada. Así es, vengo de un linaje extenso de sufrimiento, desdicha y también desenfreno... de aquellas luchas que sacuden el porvenir del bueno y vanaglorian lo peorcito del que no va bien encaminado... Ahí, de donde yo vengo, toca aguantar esa posición errónea en la que mi vida pasa a un tercer plano, y donde la desgana y esa frase repetida en mi adentro, late brava y sugerente mientras mis pies y manos frías por el miedo a lo desconocido parten en dos mi Alma, parten en dos mi aliento...

De allá donde yo vengo, rol equivocado y mal entendido que sólo sirve para darme cuenta de una sola cosa, ...alguien se olvidó de explicarme qué hago si me ahogo, si mi memoria me pesa tanto como la losa familiar del duelo... si en vez de cuidarme, nadie puede hacerlo... si en vez de sentarme a escuchar mi desprecio, cada uno se encierra en el dolor ajeno sin la posibilidad de salvar mi Alma...

Entonces, si mi cuerpo enferma, más allá de lo que yo logro entender, más allá de lo dispuesto... qué hago Señor si no soy capaz de parar a escuchar mi corazón engarrotado por tanto sufrimiento...

Pido ayuda entonces, la vida nos muestra siempre un camino..., me muestro, acepto mi condición humana, me acepto, perdono al ajeno, al de al lado, al Universo, ...me perdono! Reconozco mi flaqueza, reconozco mis daños, los miro, me miro, ...



Amo, le amo, me amo ...y suelto...

... de allá donde yo vengo, ...en algún momento dado, ...se nos paró el Alma...



Juanjo Pérez.





Comentarios

Entradas populares de este blog

El despertar del malvado

El Affair

Creo que no se amarme