La oportunidad del otro...

Llevo muchos años creyendo una serie de cosas que me han sucedido; situaciones que suples con la sonrisa tímida del tuerto, con esa esperada sensación de valentía, y tal vez con la afirmación de que todo está ya resuelto... al menos, de alguna manera había afirmado que eran ciertas o como mínimo esas situaciones las tenía en el olvido...

Sensaciones que llegaron incluso antes de haber nacido, como aquellos pensamientos y emociones transferidas desde la herida del que no puede ver nada allá adentro, pero que en efecto, las sensaciones son tan frías como el despecho de un padre alejado en el tiempo, y cómo no, maldito en su camino elegido sin saber nada más al respecto que la amarga sensación del olvido...

Todos hemos oído hablar de las enfermedades hereditarias, verdad? Pero sólo le ponemos imagen a aquellas heridas físicas que se muestran en nuestro organismo. Sin tan siquiera hacer caso al murmullo sordo de lo que No sucede, de lo que No se cuenta, de lo que No se sabe, y ni tan siquiera de lo que No se mira...

El dolor interno aparece desde todos esos caminos ensangrentados del Alma, y digo así por el lazo de unión de los vivos y los muertos de nuestras familias rotas o unidas, qué más da, aunque nunca hayamos llegado a saber del otro.


La necesidad de contacto entre tus progenitores y el nuevo nato son acciones tan importantes y bellas como el aire que respiras en todos los casos. No existe nada en el mundo que pueda suplir la caricia de una madre a su hijo, de su ternura y consejo, de su esperado abrazo y envoltura... y tampoco existe nada en el mundo que pueda suplir el abrazo fuerte de un padre que se muestra seguro ante cualquier situación de su pequeño o pequeña, y la suerte de poder contar con sus sabias palabras en ese momento preciso ante nuestra debilidad diaria.


Desde aquí animo con todo mi corazón a aquellos padres, para que lo sean sin olvido, y que lo luchen, porque va a ser igualmente reconfortante para ambos lados... y por eso también ruego y llamo a la cordura a esas personas que se separan, que no utilicen sus frustraciones, rabias, culpas y demás exigencias del odio contra ellos mismos y a costa de los únicos que vinieron a este mundo, fruto de un AMOR, quizás a veces algo desconocido, quizás en ocasiones poco reconocido, valorado y expresado... que no sean arrojados en su odio o no entendimiento a los INOCENTES seres de Luz que ellos reclamaron, y que todos puedan expresarse desde esa calma y comportamiento humano de las decisiones asumidas... y que en la medida de lo posible, se hablen las cosas y si no, poder buscar ayuda... sin ser sinónimo de negligencia o sentirse infravalorado, a veces, necesitamos de alguien externo y neutro al caso que nos ocupa para que nos ayude a ordenar nuestras emociones y a saber digerirlas para un buen funcionamiento del sistema.

Todos pertenecemos a un sistema propio, enfocado desde la familia, desde un grupo de amigos, un entorno laboral, o de vecindario... Funcionamos dentro de un entorno que todo tiene que ver con todos y que se comunica en las decisiones del de al lado abocando amor o desengaño al que tenemos cercano.

Las Constelaciones Sistémicas son una buena herramienta de mirar esos conflictos en un entorno más amplio y poder así acercarnos al Amor al prójimo y alejándonos del rencor y otros pensamientos destructivos que pueden ir acompañados.

Tanto en mi consulta como en los Talleres que hacemos, veo cada día esos inconvenientes formados por el orgullo y el ego, que no hace otra cosa que alimentarse de unas mismas situaciones aprendidas por defecto ante la falta de registros amorosos cercanos y bien llevados. La ignorancia en ofrecer Amor a tu semejante, ha hecho y hace todo un daño casi irreparable desde un punto de vista universal y único que es al Amor al que te falla, en la medida de que cada uno asuma la responsabilidad de sus actos sin que por ello tengamos que ofrecerle al otro nuestra cabeza en bandeja de plata, pero sí poder avanzar desde el equilibrio y seguir tu camino de esperanza y calma.



Si necesitas preguntar algo o aclarar alguna cosa, no dudes en ponerte en contacto conmigo...

Juanjo Pérez Gálvez
Hipnólogo Clínico y Maestro Canalizador
Tel. 667.474.990 (consulta privada)




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