Qué pasaría si...

Hoy, mañana o al otro; ya cercanos al final de todo, hacemos un alto en el camino para echar un vistazo a todas esas cosas que hemos vivido, tragado y absorbido...

Sabes bien que no puedo con toda esta carga, sabes bien que no soy tan fuerte como imaginaba allá en lo alto... Cuando elegí experimentar todo esto, creí que sería más fácil y llevadero. Ahora con toda esa carga que acumulo en mis adentros tengo serias dudas de mi fortaleza... Aprendiendo aprendiendo y aprendiendo, ese es el destino en el camino de mi vida.

Expresar con humildad la tesis doctoral del que 'erra' a cada paso, sin que por ello sepa disculpar la ignorancia y desliz aprendidos por las irregularidades absorbidas tras la encarnación del Alma en un momento dado en el que nadie está expuesto a la clemencia y desdicha de un juez sin otro atributo, mas que el repartir cuerpos y destinos que ningún ser divino querría para su presencia.

Dicen que no hay otra forma de mamar el camino que recorrerlo con todas sus consecuencias y liberaciones tremendistas de lo que un día elegimos estudiar para purgar nuestra alma de un vacío divino y así llenar con la sabiduría kármica del que barre su casa para bien común de todos los que pasan por ella.

El otro día me dije que si por un casual me encontrase contigo y te hiriese de nuevo, ruego perdones mi falta de aprendizaje..., y con la esperanza de que tu camino sea más próspero y elevado, sepas hacer de mi un ser distinto y lleno de calma para que desde ahí pueda gestionar mis actos y reconducir mi ira hacia un lugar constructivo.

Sabes bien hermano que desde allá en lo alto del que puede mirar en otra dimensión divina, desde otro plano de consciencia más elevado, se escriben las cosas más insignificantes y gratuitas en alguna forma que a veces nos cuestan tanto palparlo. El amor que te tengo y que tantas veces he ignorado maldiciendo mi suerte y mi estampa en el camino torpe por el que deambulo, hace autolesionarme, a veces sin remedio, a veces sin sosiego, viendo como mi vida se va por las manos de otro y ni siquiera puedo frenar mi miedo y enfrentarme a ello.

A esto me refiero cuando te digo que me he cansado de aprender ya que mis huesos, ahora mismo, ya tocan el suelo.

Si me das una tregua, te prometo que cogeré fuerzas con el año venidero y volveré a saberme mucho más fuerte y lleno de gracia para asumir mis "culpas" y perdonarme por mis tropiezos. Quiero que sepas, mi gran amigo, que ahora nada puede asustarme, soy consciente de que la casa está lista de nuevo, que después de la batalla, se encuentra el camino para restablecer aquella farsa de la que ya no quiero formar parte de mi aliento, y con estas fuerzas renovadas, empezar a poner nombres y títulos a mi mochila del miedo y comenzar a soltar todo aquello que no me hace falta para el triunfo de mi alma en este trasiego camino de aprendizaje escogido.

Y si no es tarde, y si aún tengo tiempo y mi vejez no me clausura en la rigidez del muerto, escogeré soltar lastre para que en la próxima aventura me sea más fácil alcanzar el amor hacia lo desconocido, hacia lo lindo de este plano, hacia lo poderoso que mi energía me delata como ser divino y perfecto para traerme de nuevo contigo más sabio, más flexible y más limpio.

Atentamente, TÚ.


Pasado. Presente. Futuro. Todo está conectado.




Juanjo Pérez Gálvez
Hipnólogo Clínico y Maestro Canalizador
Tel. 667.474.990 (consulta privada)
juanjo@centrodubhe.com

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