Ya Amas a tu Miedo?
El sonido del Miedo en tu Alma es tan beneficioso como paralizante y cómodo...
Hay que hacerse amigo de tu Miedo, pero con el pacto o compromiso de mirar hacia un mismo sitio, valorando las circunstancias que pueden hacer que caigas en un falso piso, y haciendo valer tu decisión ante el Miedo... Él, sólo ha de acompañarte desde la retaguardia, como un amigo sigiloso y expectante... no como un colega al que le ofreces la mano, sino como un gestor al que le consultas algo y después ejecutas tú la decisión tomada...
Tienes que ser consciente de que el Miedo es parte de ti, y por eso debes darle su espacio y lugar para comunicarse contigo... El hecho de negarlo, sólo hace que caigas bajo sus brazos y exponerte a su merced ante el abismo de esa decisión tomada y no caminada... le das un poder que ni siquiera quiere... él sólo quiere ser escuchado y tomado en cuenta...
Tienes que hacer las paces con tu Miedo, mirarle a los ojos y decirle que le aceptas, que es parte de ti, que le necesitas y que le respetas, pero que no has sabido gestionar esa emoción y has acabado negándolo mientras te encorvabas ante él paralizándote en todos tus actos, pensando que lo hacías bien, convenciéndote que eso era lo correcto...
Siempre nos dicen y nos decimos que NO hemos de tener Miedo, que es una tontería... que no sirve de nada... y de alguna forma, a veces, decimos que no tenemos Miedo, o todo lo contrario, que estamos aterrados... y ninguna de las formas son hábiles para ver la situación desde el apoyo de tu propio Miedo... porque o le has negado su existencia, o simplemente, le has dado toda la responsabilidad de tus presentes actos...
En serio, mírale a los ojos y dile que le amas... que le respetas y que le das su lugar en tu Alma....
Explícale cuales son tus planes para tu día a día, para tu futuro, explícale qué preferirías hacer con todo eso que tanto deseas y anhelas al mismo tiempo... Al Miedo, no has de tenerle Miedo... Sólo has de amarle como parte de ti, una parte que te cuida y que simplemente está ahí siempre...
La capacidad que tenemos la personas para negar las cosas que nos suceden o sentimos, pese a que se nos dan de frente, es innata en el ser humano... Es la dominación de nuestra parte Miedo sobre nosotros mismos, y sobre el resultado de nuestros actos... Unos lo excusamos con alguna bula inventada sobre la marcha, otros simplemente nos cogemos fuerte de los zapatos y negamos ser parte de eso... otros, desaparecen secuestrados por un Miedo que aturde la capacidad de ser educado, aun cuando les pellizca el pecho y el estómago se les mete para adentro...
Amigo Miedo, te he tenido tan negado y culpado al mismo tiempo...
ME gustaría darte un abrazo y poder demostrarte que te amo... pero a veces, te tengo miedo, Miedo...
Hay que hacerse amigo de tu Miedo, pero con el pacto o compromiso de mirar hacia un mismo sitio, valorando las circunstancias que pueden hacer que caigas en un falso piso, y haciendo valer tu decisión ante el Miedo... Él, sólo ha de acompañarte desde la retaguardia, como un amigo sigiloso y expectante... no como un colega al que le ofreces la mano, sino como un gestor al que le consultas algo y después ejecutas tú la decisión tomada...
Tienes que ser consciente de que el Miedo es parte de ti, y por eso debes darle su espacio y lugar para comunicarse contigo... El hecho de negarlo, sólo hace que caigas bajo sus brazos y exponerte a su merced ante el abismo de esa decisión tomada y no caminada... le das un poder que ni siquiera quiere... él sólo quiere ser escuchado y tomado en cuenta...
Tienes que hacer las paces con tu Miedo, mirarle a los ojos y decirle que le aceptas, que es parte de ti, que le necesitas y que le respetas, pero que no has sabido gestionar esa emoción y has acabado negándolo mientras te encorvabas ante él paralizándote en todos tus actos, pensando que lo hacías bien, convenciéndote que eso era lo correcto...
Siempre nos dicen y nos decimos que NO hemos de tener Miedo, que es una tontería... que no sirve de nada... y de alguna forma, a veces, decimos que no tenemos Miedo, o todo lo contrario, que estamos aterrados... y ninguna de las formas son hábiles para ver la situación desde el apoyo de tu propio Miedo... porque o le has negado su existencia, o simplemente, le has dado toda la responsabilidad de tus presentes actos...
En serio, mírale a los ojos y dile que le amas... que le respetas y que le das su lugar en tu Alma....
Explícale cuales son tus planes para tu día a día, para tu futuro, explícale qué preferirías hacer con todo eso que tanto deseas y anhelas al mismo tiempo... Al Miedo, no has de tenerle Miedo... Sólo has de amarle como parte de ti, una parte que te cuida y que simplemente está ahí siempre...
La capacidad que tenemos la personas para negar las cosas que nos suceden o sentimos, pese a que se nos dan de frente, es innata en el ser humano... Es la dominación de nuestra parte Miedo sobre nosotros mismos, y sobre el resultado de nuestros actos... Unos lo excusamos con alguna bula inventada sobre la marcha, otros simplemente nos cogemos fuerte de los zapatos y negamos ser parte de eso... otros, desaparecen secuestrados por un Miedo que aturde la capacidad de ser educado, aun cuando les pellizca el pecho y el estómago se les mete para adentro...
Amigo Miedo, te he tenido tan negado y culpado al mismo tiempo...
ME gustaría darte un abrazo y poder demostrarte que te amo... pero a veces, te tengo miedo, Miedo...
Juanjo Pérez Gálvez
Hipnólogo Clínico y Maestro Canalizador
Tel. 667.474.990 (consulta privada)
juanjo@centrodubhe.com
Comentarios
Publicar un comentario