Asma y alergias... ¿Quién no conoce a alguien?

Hoy os voy a hablar de mi propia experiencia, de mi propio caso, de algo que me ocurrió hace casi 20 años... Hoy os voy a hablar de mi alergia al aceite de oliva, al polen del olivo, es decir, a todo lo que tiene que ver con ella, mi Aceituna querida.

Como sabéis estamos en España, y dónde hay más uso de este aceite que en este país? yo no conozco ningún otro... pese a que el mediterráneo es tierra de olivos... pero bueno...

Todo comenzó con unos simples estornudos y picor de nariz, nada preocupante ni alarmante. Después los estornudos y picores comenzaban a ser mucho más continuos y exagerados, y coincidía con el aperitivo... esas aceitunitas que ibas picando... pero seguía sin atar cabos... 

Tiempo después, comenzaron unas conjuntivitis brutales, de las que el médico te asegura que si no te quedas en casa sin ver la luz del sol, televisión, ordenador y demás, te vas a quedar ciego, ya que el cristalino se quedaba como si fuese de cemento y no me dejaba ver... Más tarde aparecieron los ahogos... Ahogos de verdad, de los que se te cierra el pecho y no hay forma de ventilar... y quien ha pasado por esto, sabe de lo que hablo... es una de las experiencias más aterradoras que puedes experimentar... te falta el aire... te falta la vida!!!

Ya con esos ataques respiratorios que me daban, fuimos al médico, al especialista, donde después de las famosas pruebas de alergia, dictaminaron que era alérgico a la olea europaea (su nombre artístico o técnico). La doctora fue tajante y decretó para mi que JAMAS podría volver a probar nada relacionado con el Olivo y debería MEDICARME DE POR VIDA.

Esto asusta a cualquiera, no sólo estás enfermo sino que NO vas a curarte NUNCA...

Esta afirmación, en su día me hundió bastante, pero sólo por un tiempo... en mi interior algo me decía que no podía ser... que algún día volvería a estar sano y que nadie podía decirme lo enfermo que debo estar el resto de mi tiempo aquí...

Cierto es que tuve que comprar mis vacunas inyectables específicas y a mi nombre, un laboratorio se hacia cargo de gestionar mi carísimo producto y en premio, venían personalizadas... Todo marqueting!!! El hecho de vacunarme y además, tomarme Ebastel Forte a cajas en primavera, no desistió de mi propósito de estar sano algún día.

Pasado un tiempo, ya no recuerdo, comencé a hacer terapia personal, eso no significa que uno está loco (como dicen algunos), eso significa que estás en un momento de tu vida que necesitas ayuda para entender y cambiar una serie de cosas que realmente no te gustan de ti, y que hace que todo lo demás te ataque injustamente y vaya en contra tuyo, (así lo sientes)... 

Así que comencé mi trabajo personal, y como todo cambio que busca uno, no se soluciona en un mes ni en dos, llevas muchos años reprimiendo todos esos sentimientos y no lo vas a solucionar ya! Requiere tiempo, esfuerzo, dedicación, prioridad, y también dinero, no nos vamos a engañar... Las pastillas se recetan casi gratis, el verdadero trabajo personal va por cuenta propia... Y si quieres algo de verdad, no esperes que una pastilla te lo solucione, o que llegues a la consulta de la terapia privada que sea, y que los demás te hagan el trabajo... Por eso se llama crecimiento personal, no del terapeuta...

Allí, en ese lugar, también conocí el Reiki y la Sanación a través de la Energía... y me dirás, cómo un Reiki te puede sanar? Pues la verdad, es que no fue un Reiki, fueron muchos durante más de un año... y le trabajo energético te ayuda a soltar emociones encontradas y a ponerte frente a ti aquello que tienes que solventar... porque el girar la cara y mirar para otro lado, créeme, no te ayudará jamás... y aquí sí que va esa palabra... Así que me enfrenté a mis miedos, a mis limitaciones, a lo que me hacía daño y comencé a sanar... Y un día ya con fuerzas y otro talante me dispuse a perdonarme por todo el daño que había sentido y ocasionado... y dejé la cara medicación y comencé a degustar de nuevo todo lo que antes me hacia daño, pero ahora desde un punto de vista totalmente diferente...

La Salud emocional volvió a mi vida, y mi cuerpo volvió a ser mi amigo y mi alergia desapareció totalmente!!! Porque nada es para siempre... todo tiene su camino y solución...







Concierta tu consulta informativa gratuita.


Juanjo Pérez Gálvez
Hipnólogo Clínico y Maestro Canalizador
Tel. 667.474.990 (consulta privada)
juanjo@centrodubhe.com







Comentarios

Entradas populares de este blog

El despertar del malvado

Creo que no se amarme

El Affair